jueves, 12 de septiembre de 2013

ANA BOTELLA WHO IS IT?

Ayer me preguntaba una amiga qué decían aquí del famosísimo discurso de Ana Botella con motivo de la candidatura de Madrid a las Olimpiadas de Tokio.
Pues nada, ni pum, la mayoría de los mexicanos ni saben quien es. Y, de no ser porque la primera dama de México es una ex-actriz de telenovelas, sería a la inversa, no la conoceríamos de nada.
Me da que, además, les importa entre poco y un carajo cómo pronuncie el inglés o los giros castizos que introduzca en la conversación.
Aquí tienen, y ahora tenemos, nuestros propios problemas. El mayor, sin duda, la huelga indefinida de maestros de la educación pública. Llevan así desde que empezó el curso escolar, allá por el 26 de agosto.
Están acampados en el Zócalo y organizan marchas de protesta día sí, día también.
El domingo se celebra el Día de la Independencia y el Presidente da el grito (de independencia, se entiende) desde el Zócalo, y se toca la campana que en su momento tocó Miguel Hidalgo para llamar al pueblo. Pues este año naranjas de la China, el grito lo dará desde su residencia oficial, Los Pinos, y la duda está en si le llevan la campana a casa o toca una que le sobró de hacer de Papa Noel la Navidad pasada.
Anécdotas aparte lo peor es que durante esas marchas cortan el tráfico de las principales arterias de la ciudad, impidiendo a la gente llegar a trabajar o a recoger a sus hijos a la escuela. El caos circulatorio es inimaginable, además parece ser que, de vez en cuando, destrozan algo de mobiliario público por aquello de no aburrirse, siempre lo mismo.
Ayer hubo una verdadera batalla campal, con heridos y detenidos, aquí mismo, al ladito de mi casa.
Porque la suerte de vivir en el centro es que todo pasa por aquí, es estupendo.
Un trayecto que normalmente me lleva 15 minutos me lo hice en el tiempo récord de hora y media, y tuve suerte, que algunos tardaron más.

No hace mucho llegaron a impedir a los congresistas reunirse porque la emprendieron a palos y pedradas contra los autobuses que los llevaban, cambiaron la sede de reunión del Congreso a el Centro Banamex.

El caso es que no parece que cuenten con el apoyo popular, no me da esa impresión, aunque no dudo que tendrán su parte de razón, ni idea, este lío no hay quien lo entienda.

Además hoy, aprovechando que el Pisuerga pasa por Polanco, se unen a los maestros del país no sé cuantos sindicatos de otros ramos para protestar también por sus cosas. Si a eso añadimos los manifestantes contra la reforma fiscal y la reforma energética ya tenemos una buena cantidad de gente.

Por cierto que, para impedir que los exaltados se desperdiguen creando el pánico por toda la ciudad, cortan los servicios de metro y transporte público, así que la riada humana que aparece en cuanto pasa la manifestación es también considerable.

Visto lo visto, a mí me preocupa que hoy a las 16 tengo que estar en el colegio para recoger a Hijo karateka y no sé si conseguiré llegar o, en caso de lograrlo, me tendré que quedar a pernoctar allí.

Por eso el asunto Ana Botella me es, no indiferente, pero sí lejano. El wasap, eso sí, completamente abarrotado de chistes, chascarrillos y cachondeo variado. Le están haciendo tanta sangre que va a necesitar una transfusión. Por no pasar por alto un tema tan candente dejo algunas cosillas por aquí y lo doy por zanjado. Son las 12 y tengo que irme ya si quiero llegar a las 15. Hasta otra.
Antes de ver la prensa
Después

No hay comentarios:

Publicar un comentario