domingo, 8 de septiembre de 2013

HOMBRE RICO, HOMBRE POBRE

Ultimamente tengo a Hijo intratable, niega su condición de emigrante, debe ser que ha visto en la tele lo que les pasa a algunos ilegales en Europa y pánico le da a la criatura pasar por esas penurias.
De momento, y creemos que por poco tiempo ya, sólo tenemos el status de turistas, hasta que el gobierno mexicano tenga a bien responder a la solicitud de residencia formulada por Marido allá por el lejano mes de Enero.
En realidad el mayor inconveniente práctico de la espera es que nuestras cosas, no muchas, pero necesarias (juguetes de Hijo, libros de Hijo, sábanas de Bob Esponja y Cars, de Hijo, tren de Thomas de Hijo y dos castillos de montar de Hijo, anoraks de invierno de los tres y alguna cosa más, como algo de vajilla y el teatro con marionetas de Imaginarium de Hijo) esperan durmiendo el sueño de los justos en un almacén de Madrid desde principios de Junio. Sin el anhelado permiso de residencia no hay mudanza que valga.
¡Chicos, que va en serio, que esta vez nos vamos, arriba todos!
O sea, que sí, que un poquito sinpapeles sí que somos, a qué negarlo.
En fin, que Hijo jura y perjura que él está aquí de vacaciones, que en Navidad volverá a España y a su cole de toda la vida y que, estando así el panorama, es inútil y absurdo que trabaje en clase, sí total le quedan dos telediarios en este país.... Mejor disfrutarlo y luego ya veremos, que las vacaciones son para descansar y hacer un el loco, desmelenarse, vamos.
Así que, tras múltiples pruebas y ensayos, unos con más acierto que otros, hemos pensado hacerlo responsable y mayor y le daremos dinero por un trabajo bien hecho y un esfuerzo acorde, si termina las tareas escolares sin los habituales gritos, lágrimas y crujir de dientes (todo eso yo, él se queda tan ancho repantigado en la silla en huelga de lápiz caido) se le abonarán 5 pesos, que viene a ser un tercio de euro. 
Con ese dinero, ganado con el sudor de mi frente, podrá hacer lo que quiera, siempre que no sea ilegal, inmoral o de dudosa procedencia o aspecto repugnante. Aquí incluyo tanto algunos dulces cuyo extraño colorido sólo puede conseguirse con aditivos altamente cancerígenos y las tarántulas que venden sin problema en todas las tiendas de animales de los supermercados.
Hoy su padre se iba de viaje toda la semana, así que, por no dejarme de nuevo sola ante el peligro, le prometió todas las monedas que llevaba en el bolsillo, 19 pesos en total, si tenía los deberes hechos antes de salir de casa camino del tradicional y copioso desayuno dominical.
Cual rayo que no cesa, terminó en menos de 12 minutos lo que normalmente nos supone 3 horas de lucha denodada y daños colaterales permanentes (canas, lumbagos, ojeras...).
Trata de sobornarme con una botella de sidra.  Claro, por supuesto que lo consiguió ¿por quién me tomáis?.
Nada más poner un pie en la calle, entró en el primer establecimiento abierto, una librería en la que también venden chuches, como bien recordaba, y se gastó íntegro su primer sueldo en unos Ferrero Rocher, un paquetito de 3, nada del otro mundo.
Le dieron para mucho, eso sí, primero era una máquina de fabricar bombones (la de Lluvia de albóndigas, para quienes tienen niños), una vez abierto y "lanzados" los bombones, se convirtió en un tren que descarrilaba sin cesar, luego en un barco zarandeado por los elementos y después no sé cuantas cosas más.
Todavía no se los ha comido, temo que esté esperando que le den intereses, igual cree que mañana tendrá 4 donde sólo había 3. Tengo que explicarle que esos eran otros tiempos, ahora se encontrará con que hay 2 1/2 porque le habré cobrado por las molestias, la guarda y custodia y por el espacio que me ocupan en el armario, gastos de mantenimiento, es el nombre técnico de lo que viene siendo un atraco en toda regla.
Lo que fácilmente se gana, fácilmente se gasta. Ha pasado de ser un potentado a no tener nada en cuestión de minutos, aunque si lleva los bombones al cole mañana puede hacer negocio a la hora del recreo, quien sabe. Igual no es un derrochador, sino un especulador.

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